Los educadores nos formamos para poder educar para la vida. Pero, sin incluir la muerte de una manera consciente, esta acción siempre estará incompleta y mal enfocada, por lo que la educación plena no será posible.
La muerte es un tema que, generalmente, se ha evitado y ocultado en los diferentes contextos educativos. Pese a estar presente en el día a día desde los medios de comunicación y formar parte de disciplinas (Historia, Filosofía, Biología, Arte, etc.) y temas transversales (paz, medio ambiente, salud, vial, etc.), la muerte ha sido, hasta hace pocos años, un tabú en la educación.